Les presentamos un banquillo hecho de piedras naturales propias de la isla de Gran Canaria. Para su construcción, se emplearon diferentes técnicas de colocación. La idea de este banquillo surgió de la necesidad de camuflar una bomba de calor, aportando al jardín un lugar donde relajarse. Además, se colocaron focos resistentes al agua, camufladas con rocas, como iluminación indirecta.